Planta de Albaricoque

La planta de Albaricoque es la prunus armeniaca. En el mundo hispano hablante a esta planta se la conoce como Albaricoquero, y es originaria de Asia, en la cual, sobre los 2000m de altura, aún existen bosques naturales de este árbol.

El nombre del fruto, el albaricoque, proviene del árabe y de la palabra latina "praecox", que significa precoz debido a que no requiere mucho tiempo para su maduración, al contrario que otras frutas similares como el melocotón.

Características del Árbol de Albaricoque

De hojas caducifolias, este árbol puede llegar a medir entre 3 y 10 metros de altura. En edades tempranas, sus ramas son rojizas que al alcanzar la edad adulta, se acabarán torciendo. Suelen ser largas, de 10 cm de longitud y de una anchura aproximadamente de 3 cm. Sus hojas al nacer tienen forma de tornillo y al extenderse tienen el limbo con forma de corazón.

Las flores del abaricoquero pueden ser de color blanco o rosado y solo un pequeño porcentaje de ellas (menos del 30%) se acaban convirtiendo en frutos. Suelen estar agrupadas en grupos muy reducidos, de entre 2 a 5 flores o incluso en solitario.

Características del fruto, el Albaricoque

Los albaricoques son frutos pequeños y redondos, de no más de 6 cm. Pueden ser de color amarillo o naranja, dependiendo de su variedad y su sabor puede ir del dulce a uno incluso más amargo. En los últimos años, los albaricoques han ido perdiendo su sabor natural para dar paso a uno mucho más artificial e insípido.

Su maduración es muy rápida y se suele producir en mayo.

El hueso de este fruto es muy utilizado como aceite de albaricoque en la cosmética gracias a sus múltiples propiedades: es rico en vitamina A, B, C y E, en carotenoides, en casio y magnesio y en omega 6. En la últimos años su uso se ha popularizado ya que se considera un buen remedio para combatir la sequedad en piel y en el cabello.